lunes, 12 de mayo de 2008

Tercer parcial 15%

FRACTAL REVISTA TRIMESTRAL

NÉSTOR GARCÍA CANCLINI

EL MALESTAR EN LOS ESTUDIOS CULTURALES

No encuentro un término mejor para caracterizar la situación actual de los estudios culturales que la fórmula inventada por los economistas para describir la crisis de los años ochenta: estanflación, o sea, estancamiento con inflación.

En los últimos años se multiplican los congresos, libros y revistas dedicados a estudios culturales, pero el torrente de artículos y ponencias casi nunca ofrece más audacias que ejercicios de aplicación de las preguntas habituales de un poeta del siglo XVII, un texto ajeno al canon o un movimiento de resistencia marginal que aún no habían sido reorganizados bajo este estilo indagatorio. La proliferación de pequeños debates amplificados por Internet puede dar la apariencia de dinamismo en los estudios culturales, pero –como suele ocurrir en otros ámbitos con la oferta y la demanda– tanta abundancia, circulando globalizadamente, tiende a extenuarse pronto; no deja tiempo para que los nuevos conceptos e hipótesis se prueben en investigaciones de largo plazo, y pasamos corriendo a imaginar lo que se va a usar en la próxima temporada, qué modelo nos vamos a poner en el siguiente congreso internacional.

Hay, sin embargo, algunos productos que escapan a ese mercado, a estos desfiles vertiginosos. Después de veinte o treinta años de estudios culturales, es posible reconocer que esta corriente generó algunos resultados mejores que la época de fast- thinkers en que le tocó desenvolverse.

Unas cuantas investigaciones han contribuido a pensar de otro modolos vínculos con la cultura y la sociedad de los textos literarios, el folclor, las imágenes artísticas y los procesos comunicacionales. En algunos casos, sobre todo en América Latina, al estudiarse conjuntamente la interacción de estos campos disciplinarios con su-

Principio del formulario contexto se viene produciendo una renovación de las humanidades y las ciencias sociales. En Estados Unidos, los cultural studies han modificado significativamente el análisis de los discursos, dentro del territorio humanístico, pero son escasas las investigaciones empíricas: en esa especie de enciclopedia de esta corriente que es el libro coordinado por Lawrence Grossberg, Any Nelson y Pamela Treichler, no se encuentra a lo largo de sus 800 páginas casi ningún dato duro, gráficas, muy pocos materiales empíricos, pese a que varios textos hablan de la comunicación, el consumo y la mercantilización de la cultura. De sus cuarenta artículos ni uno está dedicado a la economía de la cultura. Ante tales carencias es comprensible que muchos científicos sociales desconfíen de este tipo de análisis.

El otro aspecto crítico que deseo destacar es que la enorme contribución realizada por los estudios culturales para trabajar transdisciplinariamente y con procesos interculturales –dos rasgos de esta tendencia– no va acompañada por una reflexión teórica y epistemológica. Sin esto último, puede ocurrir lo que tantas veces se ha dicho de los estudios literarios, del folclor y de otros campos disciplinarios: que se estancan en la aplicación rutinaria de una metodología poco dispuesta a cuestionar teóricamente su práctica.

Creo que los estudios culturales pueden librarse del riesgo de convertirse en una nueva ortodoxia fascinada con su poder innovador y sus avances en muchas instituciones académicas, en la medida en que encaremos los puntos teóricos ciegos, trabajemos las inconsistencias epistemológicas a las que nos llevó movernos en las fronteras entre disciplinas y entre culturas, y evitemos "resolver" estas incertidumbres con los eclecticismos apurados o el ensayismo de ocasión a que nos impulsan las condiciones actuales de la producción "empresarial" de conocimiento y su difusión mercadotécnica. Lo digo así para insinuar que el énfasis teórico epistemológico, al que me limitaré por restricciones de tiempo, no puede hacernos olvidar que nuestras incertidumbres están relacionadas con la descomposición del orden social, económico y universitario liberal, con la irrupción y las derrotas de movimientos sociales cuestionadores en las últimas décadas y con el desmoronamiento de paradigmas pretendidamente científicos que guiaron la acción social y política. Se verá al final que esta revisión teórica tiene consecuencias en uno de los territorios al que los estudios culturales ha prestado más atención: la construcción del poder a partir de la cultura.

¿Cómo narramos los desencuentros?

Quiero situar estas preocupaciones en relación con procesos de fin de siglo que por el momento, para entendernos, voy a sintetizar como las estrategias de construcción, circulación y consumo de estereotipos interculturales. Llegué a este asunto luego de estudiar varios años las políticas culturales y su transformación en el contexto de libre comercio e integración regional y global.

Desde que comenzó a gestionarse el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, así como otros posteriores entre países latinoamericanos (Mercosur, Grupo de los Tres, etc.) y de éstos con Estados Unidos, es evidente que estos acuerdos no sólo liberalizan el comercio, sino que conceden aunque sea un pequeño lugar a cuestiones culturales, se acompañan con un incremento del intercambio sociocultural multinacional y favorecen actividades que antes no existían o eran débiles. Se están haciendo nuevos convenios entre empresas editoriales y de televisión, entre universidades y centros artísticos de varios países, e innumerables reuniones sobre la articulación de programas educativos, científicos y artísticos de las naciones involucradas. Están cambiando las imágenes que cada sociedad tiene de las otras y las influencias recíprocas en los estilos de vida.

¿Con qué instrumentos intelectuales enfrentamos esta situación? En los últimos cinco años se han escrito muchos artículos y desarrollado polémicas sobre los nuevos procesos culturales –sobre todo a nivel periodístico– por parte de intelectuales, funcionarios públicos y empresarios. Pero pocos se preguntan si los instrumentos y modelos conceptuales empleados en el pasado sirven para analizar la nueva etapa. En Estados Unidos y en los países latinoamericanos se están revisando las políticas culturales, pero raras veces toman como eje este novedoso proceso de integración; apenas reorganizan sus instituciones culturales de acuerdo con el adelgazamiento de los presupuestos estatales y según criterios empresariales. De manera que los análisis del intercambio cultural no se apoyan en un paradigma consistente, adecuado a la situación de fin de siglo, sino sobre la función de la cultura en la interacción entre todas estas sociedades. Sin pretender ser exhaustivo, voy a referirme a dos narrativas que quizá sean las más influyentes.

1. La inconmensurabilidad ideológica. Este primer relato aparece en debates sobre el libre comercio en América del Norte que tienen en cuenta la cultura y las comunicaciones no sólo como parte de los intercambios económicos sino también como claves para los logros o fracasos de tales interacciones. La compatibilidad en los estilos culturales de desarrollo es considerada un ingrediente básico para realizar cualquier integración multinacional y para que se desenvuelva con éxito. Algunos autores jerarquizan "la similitud en las orientaciones hacia la democracia" y la coincidencia o convergencia de las modalidades de desarrollo económico (R. Inglehart et al., Convergencia en Norteamérica, política y cultura, 1994). Pero dudan acerca de la integración norteamericana, debido a que el predominio de la tradición protestante de Estados Unidos y Canadá habría generado en esas sociedades ciertas virtudes ("trabajo, humildad, frugalidad, servicio y honestidad") que contrastarían con las que la tradición católica habría promovido preferentemente en México ("la recreación, la grandiosidad, la generosidad, la desigualdad y la hombría") (R. Inglehart et al., op. cit.).

Los mismos autores sostienen que quizá tales divergencias históricas no sean tan importantes si pensamos que el proceso de integración, iniciado a mediados de este siglo, favorece la apertura de las sociedades y lleva a aceptar nuevos marcos conceptuales para transformarlas. En los países de Norteamérica la convergencia se lograría al tener intereses compartidos por desarrollar economías de libre mercado y formas políticas democráticas, y dar menor peso a las instituciones nacionales en beneficio de la globalización. Pero sabemos que estos tres puntos supuestamente comunes motivan controversias en las tres naciones: su cuestionamiento se acentuó durante los debates sobre si se firmaba o no el TLC, y en los tres primeros años de su aplicación. Los autores citados, pese a su visión optimista de la liberación comercial, reconocen que ésta "produce oposición política porque atrae claramente la atención hacia dilemas antiguos o de reciente aparición". La agudización de conflictos fronterizos y migratorios en los años recientes pone en evidencia los dilemas culturales irresueltos; por ejemplo, la integración multiétnica, la coexistencia de nuevos migrantes con residentes antiguos, y el reconocimiento pleno de los derechos de las minorías y de las regiones dentro de cada país. El aumento de las relaciones favorecido por la integración está revelando la escasa pertinencia de la narrativa sobre la inconmensurabilidad ideológica.

2. La "americanización” de América Latina y la latinización de E.U. Algunas de estas cuestiones son más consideradas en otra narrativa, con una extensa historia, que examina las relaciones entre estas sociedades como si lo principal fuera la creciente "americanización" de la cultura en los países latinoamericanos y, en sentido inverso, la latinización y mexicanización de algunas zonas de Estados Unidos. Carlos Monsiváis ha escrito que tales preocupaciones son tardías, porque América Latina viene americanizándose desde hace muchas décadas y esta americanización ha sido "las más de las veces fallida y epidérmica" (C. Monsiváis, "De la cultura mexicana en vísperas del Tratado de Libre Comercio", en G. Guevara Niebla y N. García Canclini (eds.), La educación y la cultura ante el Tratado de Libre Comercio, 1994). Admite este autor que el proceso se ha acentuado con la dependencia económica y tecnológica, pero ello no elimina la conservación de una lengua diferente en México –por más palabras inglesas que se incorporen–, ni la fidelidad a tradiciones religiosas, gastronómicas, y formas de organización familiar diferentes de las de Estados Unidos. Por otra parte, también toma en cuenta –como otros– las crecientes migraciones de mexicanos hacia Estados Unidos, que influyen en la cultura política y jurídica, los hábitos de consumo y las estrategias educativas, artísticas y comunicacionales de estados como California, Arizona y Texas. Sin embargo, la discriminación, las deportaciones, la exclusión cada vez más severa de muchos migrantes latinos de los beneficios del "american way of life" vuelven cada vez más conflictiva la presencia de "hispanos": al menos, no permiten pronosticar un avance limitado y unidireccional de los grupos mexicanos y latinoamericanos en Estados Unidos, ni permiten asegurar que la cultura latina vaya a trascender su lugar periférico dentro de este país.

¿Proveen los estudios culturales un paradigma científicamente más válido para superar el carácter insatisfactorio de estas narrativas? (Quiero aclarar que tomo en bloque, bajo la denominación de estudios culturales, vastos conjuntos de trabajos que, si bien poseen los rasgos antes señalados, presentan diferencias entre los practicantes estadounidenses y latinoamericanos, así como dentro de cada región. No tengo espacio aquí más que para remitir a textos en que varios autores distinguimos tales variaciones: J. Beverley, "Estudios culturales y vocación política" (Revista de crítica cultural, N. 12, 1996); N. García Canclini, Culturas en globalización (1996); L. Grossberg et al, Cultural studies (1992); F. Jameson, "Conflictos interdisciplinarios en la investigación sobre cultura" (Alteridades, N. 5, 1993); N. Richard, "Signos culturales y mediaciones académicas" (B. González, Cultura y tercer mundo, 1996); G. Yúdice, "Tradiciones comparativas de estudios culturales: América Latina y Estados Unidos" (Alteridades, N. 5, 1993).

Tanto la perspectiva transdisciplinaria de los estudios culturales como algunas investigaciones empíricas, y por supuesto la intensificación de intercambios comunicacionales, económicos y migratorios entre Estados Unidos y América Latina, han mejorado el conocimiento recíproco entre estas sociedades. Se diferencian con más cuidado sus diversas regiones y sectores y, por lo tanto, se van superando las definiciones difusas de las identidades nacionales, que las conciben como esencias atemporales y autocontenidas "amenazadas" por el contacto con "los otros". Al ofrecer visiones más profundas de la multiculturalidad y sus diferencias, de la desterritorialización y la reterritorialización, los estudios culturales permiten retrabajar la información sobre la inconmensurabilidad ideológica entre las sociedades, y sobre la americanización y la latinización.

Pese a estos avances conceptuales y empíricos, no puede afirmarse que los estudios culturales constituyan ya un paradigma coherente y consistente (L. Grossberg et al. op. cit.; F. Jameson, op. cit.). En cierto modo, ofrecen también una narrativa, o varias en conflicto, con divergencias acerca del modo de estudiar la cultura y su relación con los contextos sociales. De acuerdo con la afirmación de Frederic Jameson de que los estudios culturales son menos "una disciplina novedosa" que el intento de "construir un bloque histórico", pueden interpretarse las contribuciones de esta corriente al intercambio América Latina-EstadosUnidos como la narrativa más avanzada, con mejor elaboración crítica, pero aún dependiente de los proyectos socioculturales y políticos con que se tratan de encarar las contradicciones. Me refiero a las contradicciones entre lo local, lo nacional y lo global, entre el multiculturalismo hegemónico y el de las minorías en Estados Unidos, entre las concepciones oficiales de la pluriculturalidad en América Latina y las posiciones de los sectores que no se sienten representados por ellas.

Como parte de este proceso, los estudios culturales configuran hoy un ámbito clave de interlocución entre los especialistas de la cultura estadounidense y latinoamericana y, por tanto, pueden examinarse como un espacio de elaboración intelectual de los intercambios entre ambas culturas. Pero para que esta elaboración avance con rigor es necesario trabajar sobre las divergencias teóricas y las inconsistencias epistemológicas responsables de que no pueda hablarse en los estudios culturales de paradigmas o modelos científicos sino de narrativas. Cuando menciono paradigmas o modelos no estoy regresando al cientificismo que postulaba un saber de validez universal, cuya formalización abstracta lo volvería aplicable a cualquier sociedad y cultura. Pero tampoco me parece satisfactoria la complacencia posmoderna que acepta la reducción del saber a narrativas múltiples. No veo por qué abandonar la aspiración de universalidad del conocimiento, la búsqueda de una racionalidad interculturalmente compartida que dé coherencia a los enunciados básicos y los contraste empíricamente. Ha sido este tipo de trabajo el que ha puesto de manifiesto que diferentes culturas poseen lógicas y estrategias diferentes para acceder a lo real y validar sus conocimientos, más intelectuales en algunos casos, más ligadas a la "sensibilidad" y a la "imaginación" en otros. Pero creo que el relativismo antropológico que se queda en un simple reconocimiento desjerarquizado de estas diferencias ha mostrado suficientes limitaciones como para que no nos instalemos en él. La necesidad de construir un saber válido interculturalmente se vuelve más imperiosa en una época en que las culturas y las sociedades se confrontan todo el tiempo en los intercambios económicos y comunicacionales, las migraciones y el turismo. Precisamos desarrollar políticas ciudadanas que se basen en una ética transcultural, sostenida por un saber que combine el reconocimiento de diferentes estilos sociales con reglas racionales de convivencia multiétnica y supranacional.

Revisiones teóricas

a) Un primer requisito para trabajar en esta dirección es redefinir el objeto de los estudios culturales: de la identidad a la heterogeneidad y la hibridación multiculturales. Ya no basta con decir que no hay identidades caracterizables por esencias autocontenidas y ahistóricas, e intentar entenderlas como las maneras en que las comunidades se imaginan y construyen historias sobre su origen y desarrollo. En un mundo tan interconectado, las sedimentaciones identitarias (etnias, naciones, clases) se reestructuran en medio de conjuntos interétnicos, transclasistas y transnacionales. Las maneras diversas en que los miembros de cada etnia, clase y nación se apropian de los repertorios heterogéneos de bienes y mensajes disponibles en los circuitos transnacionales genera nuevas formas de segmentación. Estudiar procesos culturales es, por esto, más que afirmar una identidad autosuficiente, conocer formas de situarse en medio de la heterogeneidad y entender cómo se producen las hibridaciones.

Si bien aquí me interesa destacar el argumento teórico, quiero recordar la tesis de David Theo Goldberg acerca de que "la historia del monoculturalismo" muestra cómo los pensamientos centrados en la identidad y la diferencia conducen a menudo a políticas de homogeneización fundamentalista. Por lo tanto, convertir en concepto eje la heterogeneidad es no sólo un requisito de adecuación teórica al carácter multicultural de los procesos contemporáneos, sino una operación necesaria para desarrollar políticas multiculturales democráticas y plurales, capaces de reconocer la crítica, la polisemia y la heteroglosia.

b) En segundo lugar, pensar los vínculos entre cultura, sociedad y saber, no sólo en relación con las diferencias sino con la desigualdad, requiere ocuparse de la totalidad social. No estoy hablando de las nociones compactas de totalidad pseudouniversalistas y en realidad etnocéntricas, por ejemplo las hegelianas o marxistas, sino de las modalidades abiertas de interacción transnacional que propicia la globalización económica, política y cultural.

En este punto, cabe señalar una diferencia significativa entre los estudios culturales de Estados Unidos y los de América Latina. Me parece que la discrepancia clave entre la multiculturalidad estadounidense y lo que en América Latina más bien se ha llamado pluralismo o heterogeneidad cultural reside en que, como explican varios autores, en Estados Unidos "multiculturalismo significa separatismo" (R. Hughes, Culture of Complaint. The Fraying of America, 1993; Ch. Taylor, "The Politics of Recognition", en D. T. Goldberg (ed.), Multiculturalism: A critical reader, 1994; M. Walzer, "Individus et communautés: les deux pluralismes", en Esprit, junio, 1995). De acuerdo con Peter McLaren, conviene distinguir entre un multiculturalismo conservador, otro liberal y otro liberal de izquierda. Para el primero, el separatismo entre las etnias se halla subordinado a la hegemonía de los WASP y su canon que estipula lo que se debe leer y aprender para ser culturalmente correcto. El multiculturalismo liberal postula la igualdad natural y la equivalencia cognitiva entre razas, en tanto el de la izquierda explica las violaciones de esa igualdad por el acceso inequitativo a los bienes. Pero sólo unos pocos autores, entre ellos McLaren, sostienen la necesidad de "legitimar múltiples tradiciones de conocimiento" a la vez, y hacer predominar las construcciones solidarias sobre las reivindicaciones de cada grupo. Por eso, pensadores como Michael Walzer expresan su preocupación porque "el conflicto agudo hoy en la vida norteamericana no opone el multiculturalismo a alguna hegemonía o singularidad", a "una identidad norteamericana vigorosa e independiente", sino "la multitud de grupos a la multitud de individuos..." "Todas las voces son fuertes, las entonaciones son variadas y el resultado no es una música armoniosa –contrariamente a la antigua imagen del pluralismo como sinfonía en la cual cada grupo toca su parte (pero ¿quién escribió la música?)– sino una cacofonía" (M. Walzer, op. cit.).

En América Latina, las relaciones entre cultura hegemónica y heterogeneidad se desenvolvieron de otro modo. Lo que podría llamarse el canon en las culturas latinoamericanas debe históricamente más a Europa que a Estados Unidos y a nuestras culturas autóctonas, pero a lo largo del siglo XX combina influencias de diferentes países europeos y las vincula de un modo heterodoxo formando tradiciones nacionales. Autores como Jorge Luis Borges y Carlos Fuentes dan cita en sus obras a las tradiciones de sus sociedades de origen junto a expresionistas alemanes, surrealistas franceses, novelistas checos, italianos, irlandeses, autores que se desconocen entre sí, pero que escritores de países periféricos, como decía Borges, exagerando, "podemos manejar" "sin supersticiones", con "irreverencia". Si bien Borges y Fuentes podrían ser casos extremos, encuentro en los especialistas en humanidades y ciencias sociales, y en general en la producción cultural de nuestro continente, una apropiación híbrida de los cánones metropolitanos y una utilización crítica en relación con variadas necesidades nacionales. De un modo análogo puede hablarse de la ductilidad hibridadora de los migrantes, y en general de las culturas populares latinoamericanas. Además, las sociedades de América Latina no se formaron con el modelo de las pertenencias étnico-comunitarias, porque las voluminosas migraciones extranjeras en muchos países se fusionaron en las nuevas naciones. El paradigma de estas integraciones fue la idea laica de república, con una apertura simultánea a las modulaciones que ese modelo francés fue adquiriendo en otras culturas europeas y en la constitución estadounidense.

Esta historia diferente y desigual de Estados Unidos y de América Latina hace que no predomine en los países latinoamericanos la tendencia a resolver los conflictos multiculturales mediante políticas de acción afirmativa. Las desigualdades en los procesos de integración nacional engendraron en América Latina fundamentalismos nacionalistas y etnicistas, que también promueven autoafirmaciones excluyentes –absolutizan un solo patrimonio cultural, que ilusamente se cree puro– para resistir la hibridación. Hay analogías entre el énfasis separatista, basado en la autoestima como clave para la reivindicación de los derechos de las minorías en Estados Unidos, y algunos movimientos indígenas y nacionalistas latinoamericanos que interpretan maniqueamente la historia colocando todas las virtudes del lado propio y atribuyendo la falta de desarrollo a los demás. Sin embargo, no fue la tendencia prevaleciente en nuestra historia política. Menos aún en este tiempo de globalización que vuelve más evidente la constitución híbrida de las identidades étnicas y nacionales, y la interdependencia asimétrica, desigual, pero insoslayable en medio de la cual deben defenderse los derechos de cada grupo. Por eso, movimientos que surgen de demandas étnicas y regionales, como el zapatismo de Chiapas, sitúan su problemática particular en un debate sobre la nación y sobre cómo reubicarla en los conflictos internacionales. O sea, en una crítica general sobre la modernidad (S. Zermeño, La sociedad derrotada. El desorden mexicano de fin de siglo, 1996). Difunden sus reivindicaciones por los medios masivos de comunicación, por internet, y disputan así esos espacios en vista de una inserción más justa en la sociedad civil.

Los estudios culturales latinoamericanos que me parecen más fecundos (por ejemplo R. Bartra, La jaula de la melancolía, 1987; B. Sarlo, Escenas de la vida posmoderna, 1994) analizan las injusticias en las políticas de representación, pero en vez de enfrentarlas mediante el separatismo de la acción afirmativa, ubican las demandas insatisfechas como parte de la necesaria reforma del Estado-nación. En tanto las reivindicaciones de los ofendidos y los estudios que las interpretan se canalizan de este modo, muestran su propósito de hacer conmensurable la heterogeneidad y volverla productiva.

¿Desde dónde hablan los estudios culturales?

Esta diferencia en los modos de concebir la multiculturalidad depende de los lugares de enunciación o los puestos de observación de los investigadores. En el pensamiento norteamericano se hallan constantes cuestionamientos a las concepciones universalistas que han contrabandeado, bajo apariencias de objetividad, las perspectivas coloniales, occidentales, masculinas, blancas y de otros sectores. Algunas de estas críticas desconstruccionistas han sido elaboradas también en las ciencias sociales y las humanidades latinoamericanas: pensadores nacionalistas, marxistas y otros asociados a la teoría de la dependencia plantearon objeciones semejantes a teorías sociales y culturales metropolitanas y utilizaron creativamente, desde la década del sesenta, las obras de Gramsci y Fanon, que en los últimos años los cultural studies estadounidenses –y algunos latinoamericanistas– proponen como novedades sin ninguna referencia a las reelaboraciones hechas en América Latina de tales autores, con objetivos análogos. En otros aspectos, como los aportes del pensamiento feminista a los estudios culturales, su desarrollo es débil en casi todos los principales especialistas latinoamericanos, aunque el diálogo más fluido con la academia anglosajona está reequilibrando un poco esta carencia (H. Buarque, "O estranho horizonte da crítica feminista no Brasil", en C. Rincón, et al. Nuevo texto crítico, N. 14-15, 1995).

No puedo extenderme aquí en una cuestión polémica y compleja, pero su importancia me anima a concluir señalándola. Después de haberse atribuido en los años sesenta y setenta poderes especiales para generar conocimientos "más verdaderos" a ciertas posiciones sociales (colonizados, subalternos, obreros y campesinos) ahora muchos pensamos que no existen tales poderes, que eran una ilusión que la historia se ha encargado de desvanecer.

En concordancia con el desplazamiento teórico sugerido antes –de la identidad a la heterogeneidad y la hibridación–, considero que el especialista en cultura gana poco estudiando el mundo desde identidades parciales (metrópolis, naciones periféricas o poscoloniales, élites, grupos subalternos, disciplinas aisladas) sino desde las intersecciones.

Adoptar el punto de vista de los oprimidos o excluidos puede servir, en la etapa de descubrimiento, para generar hipótesis o contrahipótesis, para hacer visibles campos de lo real descuidados por el conocimiento hegemónico. Pero en el momento de la justificación epistemológica conviene desplazarse entre las intersecciones, en las zonas donde las narrativas se oponen y se cruzan. Sólo en esos escenarios de tensión, encuentro y conflicto es posible pasar de las narraciones sectoriales (o francamente sectarias) a la elaboración de conocimientos capaces de deconstruir y controlar los condicionamientos de cada enunciación.

Esto implica pasar también de concebir los estudios culturales sólo como un análisis hermenéutico a un trabajo científico que combine la significación y los hechos, los discursos y sus arraigos empíricos. En suma, se trata de construir una racionalidad que pueda entender las razones de cada uno y la estructura de los conflictos y las negociaciones.

En la medida en que el especialista en estudios culturales quiere realizar un trabajo científico consistente, su objetivo final no es representar la voz de los silenciados sino entender y nombrar los lugares donde sus demandas o su vida cotidiana entran en conflicto con los otros. Las categorías de contradicción y conflicto están, por lo tanto, en el centro de esta manera de concebir los estudios culturales. Pero no para ver el mundo desde un solo lugar de la contradicción sino para comprender su estructura actual y su dinámica posible. Las utopías de cambio y justicia, en este sentido, pueden articularse con el proyecto de los estudios culturales, no como prescripción del modo en que deben seleccionarse y organizarse los datos sino como estímulo para indagar bajo qué condiciones (reales) lo real pueda dejar de ser la repetición de la desigualdad y la discriminación, para convertirse en escena del reconocimiento de los otros. Retomo aquí una propuesta de Paul Ricoeur cuando, en su crítica al multiculturalismo norteamericano, sugiere pasar del énfasis sobre la identidad a una política de reconocimiento. "En la noción de identidad hay solamente la idea de lo mismo, en tanto reconocimiento es un concepto que integra directamente la alteridad, que permite una dialéctica de lo mismo y de lo otro. La reivindicación de la identidad tiene siempre algo de violento respecto del otro. Al contrario, la búsqueda del reconocimiento implica la reciprocidad" (P. Ricoeur, La critique et la conviction: entretien avec F. Azouvi et M. Launay, 1995).

Aun para producir bloques históricos que promuevan políticas contrahegemónicas (J. Beverly, op. cit.) –interés que comparto– es conveniente distinguir entre conocimiento, acción y actuación; o sea, entre ciencia, política y teatro. Un conocimiento descentrado de la propia perspectiva, que no quede subordinado a las posibilidades de actuar transformadoramente o de dramatizar la propia posición en los conflictos, puede ayudar a comprender mejor las múltiples perspectivas en cuya interacción se forma cada estructura intercultural. Los estudios culturales, entendidos como estudios científicos, pueden ser ese modo de renunciar a la parcialidad del propio punto de vista para reivindicarlo como sujeto no delirante de la acción política.

Néstor García Canclini,"El malestar en los estudios culturales", Fractal n° 6, julio-septiembre, 1997, año 2, volumen II, pp. 45-60

17 comentarios:

Luis Gonzaga Rivera dijo...

Estimados estudiantes de Antropología que no participaron en la cabalgata, por favor lean atentamente el documento de Nestor Garcia Canclini El MALESTAR EN LOS ESTUDIOS CULTURALES, hagan un informe de lectura del texto e ingresenlo en comentarios, lo pueden hacer seleccionando anónimo y enviar, recuerden que este trabajo será calificado con el 15% del tercer parcial de la asignatura, el plazo es hasta el 28 de mayo, mucho éxito

rio de sal dijo...

que rico que todos los profes hicieran esto para no tener que gastar tanto en fotocopias, espero que estos medio se sigan utilizando con estos fines. por ahora felicitaciones.

Verónica
http://www.homohabitus.org/
http://www.homohabitus.org/blog/
http://www.homohabitus.org/cocina/

Anónimo dijo...

YAINE FAILEEN ZAPATA MORAN—PLANEACION Y DESARROLLO SOCIAL

PARA REALIZAR ESTUDIOS CULTURALES SEAN INVENTADO MILES DE COSAS COMO LO SON LIBRO,REVISTAS CONGRESOS ENTRE OTRAS, PERO TANTO MATERIAL CIRCULANDO POR INTERNET NO DAN PIE PARA LOS NUEVOS CONCEPTOS E HIPOTESIS, CREADAS EN INVESTIGACIONES A LARGO PLAZO. UNAS INVESTIGACIONES HAN CONTRIBUIDO A PENSAR DE OTRO MODO LOS VINCULOS CON LAS CULTURAS, DE ESTO HACEN PARTE LOS TEXTOS LITERARIOS, EL FOLCLOR, LAS IMÁGENES ARTISTICAS ENTRE OTROS.
AL ESTUDIARSE CONJUNTAMENTE ESTOS CASOS Y SU INTERACION SE PRODUCE UNA RENOVACION DE LAS HUMANIDADES Y LAS CIENCIAS SOCIALES.DESDE QUE COMENZO EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE EEUU. MEXICO Y OTROS PAISES NO SOLO SE ABRE ESPACIO AL COMERCIO SINO TAMBIEN A LAS CUESTIONES CULTURALES, YAQUÉ EN EL INTERCAMBIO DE MERCANCIA TAMBIEN SE INTERCAMBIAN CULTURAS, HISTORIAS DE VIDA, FORMAS DE VIDA, RELACIONES SOCIOCULTURALES ENTRE OTROS
EN LOS ULTIMOS 5 AñOS SE HAN ESCRITO MUCHOS ARTICULOS Y DESARROLLADO POLEMICAS SOBRE EL PROCESO CULTURAL, PERO POCOS SE INTERROGAN SI LOS INSTRUMENTOS Y MODELOS CONCEPTUALES EMPLEADOS EN EL CASO SIRVEN PARA ANALIZAR UNA ETAPA.
EXISTEN ALGUNOS RELATOS COMO LO SON:
LA INCONMENSURABILIDAD IDEOLOGICA. AQUÍ APERE EL DEBATE SOBRE EL LIBRE COMERCIO EN AMERICA DEL NORTE QUE TIENE EN CUENTA TAMBIEN EL CAMBIO DE CULTURA
LA AMERICANIZACION: ESTO ES MAS NARRATIVO CON UNA EXTENSA HISTORIA-
AUN PARA PRODUCIR BLOQUES HISTORICOS ES CONVENIENTE DISTINGUIR ENTRE EL CONCEPTO DE CONOCIMIENTO ACCION Y ACTUACION, OSEA “CIENCIA POLITICA Y TEATRO”.


CONCLUSION: LAS CULTURAS SON PROPIAS, PERO PUEDEN SER INTERCAMBIADAS PARA QUE EXISTA UNA MEZCLA DE CULTURAS Y TODOS APRENDER DE TODOS.PARA HABLAR DE CULTURA ANTES SE DEBE DE INDAGAR, PARA SABER QUE ES ESTO Y POR QUE SE DA LA MEZCLA CULTURAL, AL ESTUDIAR ESTO LA RENOVACION DE LAS CIENCIAS SOCIALES.EXISTEN MUCHOS ESCRITOS SOBRE EL PROCESO CULTURAL PERO DE ESTOS SALEN LAS POLEMICAS E INTERROGACIONES.

Anónimo dijo...

En el texto destacan aspectos criticos dentro de los cuales enuncian que la enorme contribucion realizada por los estudios culturales para trabajar transdisciplinariamente y con procesos interculturales es una tendencia que no va acompañada por una reflexion teorica y epistemologica,por lo que puede ocurrir lo que tantas veces se ha dicho de los estudios literarios, del folclor y de otros campos disciplinarios: que se estancan en la aplicacion rutinaria de una metodologia poco dispuesta a cuestionar teoricamente su practica.
Segun el texto se piede evitar que los estudis culturakes se conviertan en una nueva ortodoxia fascinada con su poder innovador y sus avances en muchas instituciones academicas en la medida que trabajemos las inconsistencias epistemologicas a las que nos llevo movernos en las fronteras entre disciplinas y entre culturas y evitemos resolver estas encertidumbres que estan relacionadas con la descomposicion del orden social,economico y universitario liberal,con la irrupcion y las derrotas de mobimientos sociales cuestionadores en las ultimas decadas y con el desmoronamiento de paradigmas pretendida/ cientificos que guiaron la accion social y politica.Se vera al final que esta revision teorica tioene consecuencias en uno de los territorios al que los estudios culturales ha prestado mas atencion: la construccion del poder a partir de la cultura.
Desde que comenzo a gestionarse el tratado de libre comercio entre EE.UU,mexixo y canada,asi como otros posteriores entre paises latinoamericanos y de estos con EE.UU,es evidente que estos acuerdos no solo lieralizan el comercio,si no que conceden aunque sea un pequeño lugar a cuestiones culturales,se acompañan con un incremento del intercambio sociocultural/ multinacional y favorecen actividadesque antes no existian o eran debiles.
Por otro lado estan cambiando las imagenes que cada sociedad tiene de las otras y las influencias reciprocas en los estilos de vida.
El preceso de integracion,iniciado a mediados de este siglo,favirece la apertura de las sociedades y lleva a aceptar nuevos marcos conceptuales para transformalos.
La agudizacion de conflictos fronterizos y migratorios enlos años recientes pone en evidencia los dilemas culturales irresueltos como la coexistencia de nuevos migrantes con residentes antiguos.
Gracias a la perspectiva trasdisciplinar de los estudios culturales como algunas investigaciones empiricas y la intensificacion de intercambios comunicacionales,economicos,etc entre EE.UU y America Latina,se ha mejorado el conocimiento reciproco entre las sociedades,se diferencian con mas cuidado sus diversas regiones y sectores y ,por lo tanto,se van superando las definiciones difusas de las identidades nacionales.
Los estudios culturales configuran hoy un mabito clave de intercolacion entre los especialistas de la cultura estadounidense y latinoamericana y por ellos pueden examinarse como un espacio de elaboracion intelectual de los intercambios entre ambas culturas.
La necesidad de construir un saber valido interculturalmente se vuelve mas imperiosa en una epoca en que kas culturas y las sociedades se afrontan todo el tiempo en los intercambios economicos y comunicacionales,las migraciones y el turismo.
Estudiar precesos ulturales es mas que afirmar una identidad autosufuciente,conocer formas de situarse en medio de la heterogeneidad y entender como se producen las hibridaciones.
El multiculturismo liberal postula la igualdad natural y la equivalencia cognitiva entre razas.
Segun uno de los autores del texto los estudos culturales latinoamericanos analizan las injusticias en las politicas de representacion,pero en vez de enfrentarlas mediante el separatismo de la accion afirmativa,sanan las demandas insatisfechas como parte de la necesaria reforma del estado-nacion.
Para producir bloques historicos que promuevan politicas es conveniente distinguir entre conocimiento,accion y antuacion; osea entre ciencia,politica y teatro.
Los estudios culturales,entendidos como estudios cientificos pueden ser ese modo de renunciar a la parcialidad del propio punto de vista para reivindicarlo como sujeto no delirante de la accion politica.

POR: Juliana Cardona P

Anónimo dijo...

Aun que se crean constantes articulos, charas, conferencias y congresos sobre la cultura y su cambio, la prisa la tecnologia y la globalizacion, no nos dejan ni imaginar lo que seria una investigacion a largo plazo,"es extenuante".
La mayoria de textos de cultura hablan de la comunicacion, el consumo y la mercantilizacion de la cultura, son tan superficiales que es muy posible desconfiar de estos analisis.
Un aspecto a destacar es la transdisciplinariedad pues permite ahondar en los procesos interculturales acompañados estos claro esta de una concreta y acertada reflexion tanto teorica como empirica.
Los tratados de libre comercio,mas que liberar el comercio crean un intercambio sociocultuarl, actividades que influyen en el estilo de vida. Se tiene en cuenta la cultura no solo como intercambio economico, si no como ingrediente basico del desarrollo Los TLC son provechosos por llamarlo asi pero lo que da miedo a todos los directamente implicados es la influencia de las cultura mas fuertes sobre las mas debiles, en caso concreto la influencia de la cultura norteamericana sobre la cultura Colombiana. Ahora la pregunta es ¿con estos posibles tarados, perderemos nuestra identidad?

isabel cristina cano
planeacion y desarrollo social
antropologia
tercer semestre

Anónimo dijo...

NATALIA HENAO LÓPEZ


Desde hace mucho tiempo se ha venido observando y más ahora con la globalización, que para estudiar la cultura no es suficiente con leer una revista, analizar un documento, asistir a un congreso o entre otras cosas en donde solo se estudia la cultura como teoría y se deja de lado lo más importante que
es la práctica a través de la interacción de cultura a cultura en donde se aprende y se logra sentir la esencia de cada una de estas culturas.

Hoy en día es muy difícil encontrar una cultura que no se halla hibridado con otras culturas y que sea heterogenia.
Un ejemplo que se puede citar de estas hibridaciones es desde el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México, Canadá y en otros casos con países de América Latina en donde se habla del intercambio libre económico e indirectamente apatir de este se abre las puertas para conocer las diferentes culturas de cada uno de los países que estén interactuando, por ejemplo en el intercambio para la venta de productos tradicionales de cada país o a través del desplazamiento de personas a otros países evidenciándose el intercambio sociocultural multinacional y favorecen actividades que antes no existían o eran débiles. A partir de este fenómeno de hibridación de culturas se están haciendo nuevos convenios entre empresas editoriales y de televisión, entre universidades y centros artísticos de varios países, e innumerables reuniones sobre la articulación de programas educativos, científicos y artísticos de las naciones involucradas. Están cambiando las imágenes que cada sociedad tiene de las otras y las influencias recíprocas en los estilos de vida.

Los estudios culturales como algunas investigaciones empíricas, y por supuesto la intensificación de intercambios comunicacionales, económicos y migratorios entre Estados Unidos y América Latina, han mejorado el conocimiento recíproco entre estas culturas tan diferentes.

En conclusión algunos sectores creen que la cultura de una sociedad se ve amenazada a ir desapareciendo a través de la hibridación y multiculturidad por la desterritorialización y la reterritorialización, y sobre la famosa americanización y la latinización pero cada persona lleva en su interior la herencia de sus pasados y aunque interactué con otras culturas siempre queda la esencia que lo hace resaltar e identificar de los demás , y en eso se deben basar los estudios más en la práctica que en la teoría.

Anónimo dijo...

MAURICIO JARAMILLO MARTINEZ
PLANEACION Y DLLO SOCIAL

En un mundo globalizado que vivimos ahora se realizan miles de estudio y diferentes actividades que van involucrado diversas acciones para realizar los estudio culturales; todo esto nos va llevando a que no podamos pensar en una investigación a largo plazo ya que se convertiría en algo extenuante.
Podemos observar como la interdisciplinariedad de diferentes conocimientos no permiten abordar diferentes estudios culturales sostenido en bases teóricas, estos nos produce una renovación de las ciencias sociales y desde las humanidades, desde que comenzó el tratado de libre comercio ya que buscan un intercambio sociocultural y de actividades que influyen en el estilo de vida.
En el TLC se ve como las grandes potencias influyen sobre las más débiles queriendo imponer sus culturas acabando una vez mas con todas nuestras tradiciones para ellos imponernos sus mercados como es posible que en nuestro país que tenemos todas las tierras ricas para el cultivo y Estados Unidos nos vendas el maíz que nosotros mismos podemos cultivar ahí se va viendo como las culturas son propias y como van siendo intercambiadas y se van viendo cada vez una mezcla de culturas.

Yesika dijo...

DULFARY ZAPATA VARELA
PLANEACIÓN Y DLLO SOCIAL.

ESTE DOCUMENTO ES EL PODER COMPRENDER LO QUE CADA QUIEN TIENE Y UTILIZARLO PARA GENERAR IDENTIDAD Y POTENCIALIZAR LO QUE EXISTE, LO INTERESANTE ES COMPRENDER LAS HABILIDADES, UN DOCUMENTO MUY CIERTO Y REFLEXIVO EN LA DIMENSIÓN ECONÓMICA QUE LAMENTABLEMENTE ESTA EN UN PRIMER PLANO PARA UNA GRAN MAYORÍA DE SERES HUMANOS.

SE ENTIENDE ENTONCES QUE LA CULTURA SE CONSTRUYE POR LAS PERSONAS QUE SE ENCUENTRA EN UN LUGAR CONCRETO, EN UNA SITUACIÓN HISTÓRICA DETERMINADA, Y RELACIONÁNDOSE CON UN ENTORNO ECONÓMICO, POLÍTICO Y SOCIAL QUE LES MARCA Y LIMITA, QUE LES DETERMINA Y A LA VEZ CAPACITA.
LA CULTURA: EXISTEN DOS POSICIONES BIEN INTERESANTES Y COMPLEJAS, SUSTENTADAS POR AUTORES QUE ANALIZAN LA CULTURA Y SUS COMPONENTES.
1. EN EL MUNDO DE HOY TODO ES CULTURAL.
2. NO HAY NADA QUE SE ESCAPE A LA DETERMINACIÓN ECONÓMICA, NO EN ÚLTIMA, SINO EN PRIMERA INSTANCIA. ASÍ, LA REALIDAD, QUE ES UNA SOLA, SE VE YA COMO ENTERAMENTE CULTURAL, YA COMO PURAMENTE ECONÓMICA. SIN EXCLUIR LA HIPÓTESIS DE QUE TODO ES CULTURAL POR RAZONES ECONÓMICAS Y VICEVERSA.
HAY UNA EVIDENTE FORMACIÓN CIUDADANA: EN TIEMPOS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CULTURA Y DE VIDEOPOLÍTICA AMBAS TAREAS SE COMBINAN. NO SE JUSTIFICA SEPARAR EL ENTRETENIMIENTO DE LA INFORMACIÓN, NI EL NEGOCIO INDUSTRIAL DE LOS SERVICIOS A LA SOCIEDAD.
DESARROLLAR LA CULTURA EN LAS SOCIEDADES ACTUALES, CONTEMPORÁNEAS, MULTICULTURALES E INTERCONECTADAS, NO PUEDE CONSISTIR EN PRIVILEGIAR UNA TRADICIÓN, NI SIMPLEMENTE PRESERVAR UNA DIVERSIDAD DE TRADICIONES UNIFICADAS POR UN ESTADO COMO "CULTURA NACIONAL". EL DESARROLLO MÁS PRODUCTIVO ES EL QUE VALORA LA RIQUEZA DESDE LAS DIFERENCIAS Y PUES QUE ES EVIDENTEMENTE SU EXISTENCIA, Y QUE AL FAVORECER LA COMUNICACIÓN Y EL INTERCAMBIO TANTO INTERNO COMO EXTERNO CON EL MUNDO, POR TANTO ESTO Y CONTRIBUYE A CORREGIR LAS DESIGUALDADES, DESDE LA DIVERSIDAD SOCIAL.

TODOS LAS DISCIPLINAS QUEDAN IMPLICADAS: ECONOMISTAS, PROMOTORES CULTURALES Y EDUCADORES; EMPRESARIOS, ESTADOS Y CONSUMIDORES-CIUDADANOS, COMUNICADORES, ESPECIALISTAS EN INFORMÁTICA Y POLÍTICOS. DE LA MANERA EN QUE ARTICULEMOS NUESTROS DERECHOS Y COMPROMISOS DEPENDERÁ QUE EN LA CULTURA LAS DIFERENCIAS SE CONVIERTAN PARA UNOS EN PRIVILEGIOS Y PARA OTROS EN ESTIGMAS, QUE LA COMPETENCIA CAPAZ DE IMPULSAR EL DESARROLLO NO EXCLUYA LA SOLIDARIDAD NI NINGÚN INDIVIDUO QUE COMPRENDE ESTA ESTRUCTURA SOCIAL.

LAS POLÍTICAS CULTURALES INCLUYEN EL CONJUNTO DE INTERVENCIONES REALIZADAS POR EL ESTADO, INSTITUCIONES CIVILES Y GRUPOS COMUNITARIOS ORGANIZADOS A FIN DE ORIENTAR EL DESARROLLO SIMBÓLICO, SATISFACER LAS NECESIDADES CULTURALES DE LA POBLACIÓN Y OBTENER CONSENSO PARA UN TIPO DE ORDEN O DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL, ESTA TRANSNACIONALIZACIÓN VA AUMENTANDO A PASOS AGIGANTADOS Y LA GESTIÓN DE LA INTERCULTURALIDAD MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS DE CADA PAÍS, LA FUNCIÓN PRINCIPAL DE LA POLÍTICA CULTURAL ES QUE SEAN CAPACES DE APROVECHAR LA HETEROGENEIDAD Y LA VARIEDAD DISPONIBLE Y ASÍ PODER CONVIVIR CON LOS OTROS.

INTERCAMBIOS CULTURALES: LA TELEVISIÓN, ESPECIALMENTE LAS CADENAS MEXICANAS, BRASILEÑAS Y ESTADOUNIDENSES, HAN CREADO CIRCUITOS DE COMUNICACIÓN INFORMAL MUY SIGNIFICATIVOS ENTRE SUS PAÍSES DE ORIGEN Y DE DESTINO; ESTO ES UN DESAFÍO URGENTE EN AMÉRICA LATINA: CONSTRUIR INSTANCIAS NUEVAS DE CIRCULACIÓN DE BIENES Y MENSAJES CULTURALES, LIBERAR DE ARANCELES LA DIFUSIÓN DE LIBROS, MULTIPLICAR LAS COPRODUCCIONES MUSICALES Y CINEMATOGRÁFICAS, OBTENER INVERSIONES CONJUNTAS PARA INVENTAR PRODUCTOS REPRESENTATIVOS DE VARIOS PAÍSES, VENDER CULTURA DE ALGUNA MANERA.
•LOS ESTUDIOS CULTURALES EXAMINAN SUS MATERIAS EN TÉRMINOS DE PRÁCTICAS CULTURALES Y SUS RELACIONES CON EL PODER.
•TIENEN EL OBJETIVO DE COMPRENDER LA CULTURA EN TODA SU COMPLEJIDAD Y ANALIZAN EL CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL, QUE ES EL LUGAR DONDE SE MANIFIESTA LA CULTURA.
•SON TANTO OBJETO DE ESTUDIO COMO LUGAR DE LA CRÍTICA Y LA ACCIÓN POLÍTICA.
•TRATAN DE RECONCILIAR LA DIVISIÓN DEL CONOCIMIENTO, PARA SUPERAR LA FRACTURA ENTRE UN CONOCIMIENTO CULTURAL "TÁCITO" Y OTRO "OBJETIVO" (UNIVERSAL).
•SE COMPROMETEN CON UNA EVALUACIÓN DE LA SOCIEDAD MODERNA MORAL Y CON UNA LÍNEA DE ACCIÓN POLÍTICA RADICAL.

Anónimo dijo...

El documento nos habla de lo que se vive en la actualidad, pues con la saturacion de informacion, es dificil crear hipotesis y las personas solo estan pesnsando en su aspecto personal, mas no en obtener conocimientos.

En la sociedad las raices culturales, el folclor, la economia cultural y los procesos comunicacionales se estan perdiendo poco a poco a causa de los procesos de cambio que se han venido dando, ya que no se preserva el legado que nos dejaron nuestros antepasados y este es considerado como un patrimonio.

El poder ha opacado la cultura ya que con la facilidad que nos brinda el modernismo de transpasar fronteras, estamos perdiendo nuestra identidad, pues el poder es lo mque prima en las sociedades.

Con la liberalizacion del libre comercio se estan creando diferencias politicas entre paises, aunque vemos como la cultura entre estos es contagiosa por la migracion; razon por la cual cambia las costumbres y el modo de vida de los lugareños.

En America, se estan viendo las consecuencias de la migracion pues vemos que hay una gran cantidad de latinos en norteamerica, sobre todo mexicanos y viceversa, haciendo que se pierda la cultura americana, sucediendo lo mismo con los americanos en centro y sur america, generandosen conflictos, inclusive llegando hasta su deportacion, esta se ve mucho en norteamerica con los latinos.
Aunque no todo es malo, tambien existen ventajas como lo es el intercambio de conocimientos.


para que exista una diversificacion cultural es necesario tener una identidad en cada pais o region, por que de esta foema se contribuye al desarrollo de politicas multiculturales.

Por:
Andrea Alvarez Hernandez
Administracion

Anónimo dijo...

MARIA DEL PILAR PEREIRA PIEDRAHITA
BACTERIOLOGIA

La cultura ha venido cambiando en el transcurso del tiempo, donde la practica de las creencias y expresiones de los diferentes miembros de los grupos humanos a sido la principal fuente de cambio, demostrando que la raza, el lenguaje y la cultura son aspectos independientes para cada condición humana.

pese a estos cambios conceptuales y empiricos no puede afirmarse que los estudios culturales constituyan un paradigma coherente y consistente ya que estos hacen parte de procesos culturales que configuran hoy un ambito clave de interlocución entre los especialistas de la cultura estado unidense y latino americana por lo que pueden examinarsen intercambion entre ambas culturas lo que implica concebir estudios culturales como un analisis hermeneutico a un trabajo cientifico que conviene construir una realidad que les pueda ayudar a entender las razones de cada uno y la estructura de los conflictos y las negociaciones.

Anónimo dijo...

RUBEN ESTID LOPEZ QUIRAMA
BACTERIOLOGIA

Desde años anteriores vemos que junto con la globalizacion, para aprehender una nueva cultura distinta a la nuestra no basta con leer una revista, asistir a un congreso en donde se estudia la cultura como teoria y no como practica que es como aprende y se comprende un nuevo conocimiento (nueva cultura).

por este motivo ninguna cultura tiene su propia individualidad ya que se combinan unas con otras; intercambiando conocimientos, costumbres y tradiciones; por ejemplo, podemos nombrar al TLC en donde busca intercambiar socioculturas y actividades que influyes en un propio estilo de vida; gracias a esto los paises potencia buscan un predominio sobre los paises bajos en poder, acabando con las tradiciones y costumbres de este perdiendo su propio estilo de vida para ganar otro.

Anónimo dijo...

la cultura lleva de la mano la etico el orden social,economico,politico. la etica personaliza la cultura y son evidencias de la realidad como lo son nuevas sociedades, nuevos concimientos tecnologia,ciencia y cientifismo esto en resumen es la globalizacion que cobija todo la parte de la industria y el capital dando por hecho que la realidad se ha convertido en una mente mercantilista lo cual mantiene los organismos multilaterales debilitados, se generan problematicas ecologicas como los son el calentamiento global. el desplazamiento del eje economico, la perdida de biodiversidad, conflicto de civilizacion, el (desempleo.exclucion,pobreza), patrones de consumo, desiguladad, monopolizacion de la informacion y en todas se cree que hay cultura ¿en realidad esto es? o sera que la cultura se acomoda a todos los tiempos? o mas bien estamos perdiendo el verdadero significado de la cultura ¿ en donde ha quedado lo que esta escrito que es nuestro, en los libros pero a donde lo estamos practicando, es cierto que es historia pero recuerda esta es para ver lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, hemos continuado con el proceso cultural o lo estamos desechando con todo lo que estamos viviendo. pienzo que la cultura se ha convertido en un modo de produccion mas no en una formas de vida que es en realidad el significado de ella. recordemos que la familia es el eje principal de las culturas y de ella sale todo lo que existe como uno de los ordenes sociales. la educacion, la religion,la politico la economia pero no todo se centra en un mismo lugar pues necesitanos de todas ellas no solo de una(pequne reflexion del documento en la realidad) "no a la mente capitalista" la vida y la cultura se llenan muchas otras cosas.

Anónimo dijo...

Existen un sinnúmero de manifestaciones culturales que expresan la variedad étnica, religiosa, de costumbres, tradiciones y formas de vida de su población, así como su riqueza natural y diversidad de climas, geografías y paisajes, entre otros. La cultura no sólo tiene un aspecto social, también tiene un aspecto individual. Sobre la base de esos aprendizajes de la socialización, las personas se van diferenciando, nuestro gustos, nuestro valores relativos, nuestra forma de ver la vida y nuestro propia escala de valores, aunque este último cambia con el tiempo y la sociedad. La cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se van afectadas por las costumbres del grupo en que vive, y los productos de las actividades humanas en la medida que se van determinadas por dichas costumbres"
La cultura se refiere a los valores que comparten los miembros de un grupo dado, a las normas que pactan y a los bienes materiales que producen. Los valores son ideales abstractos, mientras que las normas son principios definidos o reglas que las personas deben cumplir".
Por otro lado las culturas de otra parte del mundo como la Americana
lleva a pensar también, que la mayor parte del folklore de todos estos pueblos, aparte de estar relacionado con el medio ambiente, se deriva del pasado anterior a la conquista. Es importante señalar que en América existían grandes comunidades, pueblos, civilizaciones con muchas y muy ricas tradiciones.
En Estados Unidos y en los países latinoamericanos se están revisando las políticas culturales, pero raras veces toman como eje este novedoso proceso de integración; apenas reorganizan sus instituciones culturales de acuerdo con el adelgazamiento de los presupuestos estatales y según criterios empresariales. De manera que los análisis del intercambio cultural no se apoyan en un paradigma consistente, adecuado a la situación de fin de siglo, sino sobre la función de la cultura en la interacción entre todas estas sociedades. Sin pretender ser exhaustivo. Finalmente, Esta herencia social es el concepto clave de la antropología cultura, la otra rama del estudio comparativo del hombre. Normalmente se la denomina cultura en la moderna antropología y en las ciencias sociales. La cultura incluyo los artefactos, bienes, procedimientos técnicos, ideas, hábitos y valores heredados. La organización social no puede comprenderse verdaderamente excepto como una parte de la cultura"

Anónimo dijo...

PAULA ANDREA MÚNERA-ADMON DE EMPRESAS
Cuando nos relacionamos con personas de otras culturas, no hay cómo substituir una cuidadosa receptividad a las relaciones interpersonales, el poder de la observación, las preguntas eficaces y el buen sentido común. Se puede aprender mucho observando cómo las personas de la misma cultura se tratan entre sí. No tener temor de hacer preguntas ya que la mayoría de las personas responden muy positivamente a preguntas sobre su propia cultura. Preguntarle a una variedad de individuos para obtener una perspectiva fiel de la realidad.
El hacer un esfuerzo sincero para encontrar lo positivo en las contribuciones históricas, literarias y culturales de una sociedad; el aprender algunas frases amables en el idioma de otra persona, y el mostrar apreciación por la comida y música de otra cultura pueden tener efectos verdaderamente positivos.
Entonces, no es que no existan las diferencias culturales. Hay diferencias reales entre los pueblos que nos dan mucha riqueza (y a veces un poco de humor). Mi opinión es que las personas tienen mucho más en común que lo que se suele pensar, tal como la necesidad de afiliación y cariño, de participación y de contribución. Cuando se mira más allá que el exterior y las apariencias, no quedan tantas diferencias después de todo.

Anónimo dijo...

Wilmer Alexander Bustos López
COD: 2006201009

EL MALESTAR EN LOS ESTUDIOS CULTURALES

En los últimos años se vieron muchos congresos, libros, revista y pequeños debates por Internet sobre los estudios culturales pero siempre llevan a lo mismo, nunca son capaces de adoptar nuevas hipótesis; en Estados Unidos los estudiantes de las culturas han modificado significativamente el análisis de los discursos, dentro del territorio humanísticos, pero son escasas las investigaciones empíricas; como lo muestran en el libro coordinado por Lawrence grossberg que nos hablas sobre comunicación, consumo y mercantilización de la cultura, pero en lo 40 articulo ninguno es dedicado a la economía de la cultura.

los estudios culturales pueden librarse del riesgo de convertirse en una nueva ortodoxia fascinada con su poder innovador y sus avances en muchas instituciones académicas, evitemos "resolver" estas incertidumbres

¿Cómo narramos los desencuentros?

Se llego ha este asunto luego de estudiar varios años las políticas culturales y su transformación en el contexto de libre comercio e integración regional y global Desde que comenzó a gestionarse el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, es evidente que estos acuerdos no sólo liberalizan el comercio, sino que conceden aunque sea un pequeño lugar a cuestiones culturales, se acompañan con un incremento del intercambio sociocultural multinacional y favorecen actividades que antes no existían o eran débiles. En Estados Unidos y en los países latinoamericanos se están revisando las políticas culturales, pero raras veces toman como eje este novedoso proceso de integración; apenas reorganizan sus instituciones culturales de acuerdo con el adelgazamiento de los presupuestos estatales y según criterios empresariales. De manera que los análisis del intercambio cultural no se apoyan en un paradigma consistente, adecuado a la situación de fin de siglo, sino sobre la función de la cultura en la interacción entre todas estas sociedades. y se tomaron 2 narrativas q son la mas influyentes

La inconmensurabilidad ideológica: Este primer relato aparece en debates sobre el libre comercio en América del Norte que tienen en cuenta la cultura y las comunicaciones no sólo como parte de los intercambios económicos sino también como claves para los logros o fracasos de tales interacciones. su cuestionamiento se acentuó durante los debates sobre si se firmaba o no el TLC, y en los tres primeros años de su aplicación. Los autores citados, pese a su visión optimista de la liberación comercial, reconocen que ésta "produce oposición política porque atrae claramente la atención hacia dilemas antiguos o de reciente aparición". La agudización de conflictos fronterizos y migratorios en los años recientes pone en evidencia los dilemas culturales irresueltos. El aumento de las relaciones favorecido por la integración está revelando la escasa pertinencia de la narrativa sobre la inconmensurabilidad ideológica.

La "americanización” de América Latina y la latinización de EU: la latinización y mexicanización de algunas zonas de Estados Unidos. Carlos Monsiváis ha escrito que tales preocupaciones son tardías, porque América Latina viene americanizándose desde hace muchas décadas y esta americanización ha sido " muchas veces fallida y epidérmica" "De la cultura mexicana en vísperas del Tratado de Libre Comercio", en G. Guevara Niebla y N. García Canclini , Admite este autor que el proceso se ha acentuado con la dependencia económica y tecnológica, pero ello no elimina la conservación de una lengua diferente en México –por más palabras inglesas que se incorporen, ni la fidelidad a tradiciones religiosas, gastronómicas, y formas de organización familiar diferentes de las de Estados Unidos.

¿Desde dónde hablan los estudios culturales?

En el pensamiento norteamericano se hallan constantes cuestionamientos a las concepciones universalistas que han contrabandeado, bajo apariencias de objetividad, las perspectivas coloniales, occidentales, masculinas, blancas y de otros sectores. Algunas de estas críticas desconstruccionistas han sido elaboradas también en las ciencias sociales y las humanidades latinoamericanas: pensadores nacionalistas, marxistas y otros asociados a la teoría de la dependencia plantearon objeciones semejantes a teorías sociales y culturales metropolitanas y utilizaron creativamente, desde la década del sesenta, las obras de Gramsci y Fanon, que en los últimos años los cultural studies estadounidenses –y algunos latinoamericanistas proponen como novedades sin ninguna referencia a las reelaboraciones hechas en América Latina de tales autores, con objetivos análogos. En otros aspectos, como los aportes del pensamiento feminista a los estudios culturales, su desarrollo es débil en casi todos los principales especialistas latinoamericanos.

En la medida en que el especialista en estudios culturales quiere realizar un trabajo científico consistente, su objetivo final no es representar la voz de los silenciados sino entender y nombrar los lugares donde sus demandas o su vida cotidiana entran en conflicto con los otros. Las categorías de contradicción y conflicto están, por lo tanto, en el centro de esta manera de concebir los estudios culturales. Pero no para ver el mundo desde un solo lugar de la contradicción sino para comprender su estructura actual y su dinámica posible. Las utopías de cambio y justicia, en este sentido, pueden articularse con el proyecto de los estudios culturales, no como prescripción del modo en que deben seleccionarse y organizarse los datos sino como estímulo para indagar bajo qué condiciones (reales) lo real pueda dejar de ser la repetición de la desigualdad y la discriminación, para convertirse en escena del reconocimiento de los otros.

Anónimo dijo...

Danny alexander mejia
Planeacion y desarollo social

Los estudios multiculturales son fundamentales para entender el funcionamiento de las sociedades modernas que hoy en día han asimilado las practicas culturales de otras sociedades debido a la globalización.
Anteriormente cuando se estudiaba una sociedad determinada, el investigador tenia que entrar a estudiar unas categorías de análisis basadas en la religión, la organización social y su economía entre otros, pero no se abordaba como lo requiere un estudio organizado como ya se tienen que venir realizando que es la manera como estas culturas se relacionan con otras debido a procesos económicos complejos.
La globalización de la economía ha generado que las culturas pierdan su autenticidad, pero al mismo tiempo hallan asimilado diferentes conceptos e interiorizado nuevas formas de vida de otras culturas, y esto hace que los estudios se diversifiquen y sea necesario crear nuevas formas de acercamiento que permitan conocer el nuevo funcionamiento de las distintas sociedades después de un intercambio cultural como se presenta en nuestros días.
Para nadie es un secreto que la integración multicultural se lleva a cabo por procesos económicos de intercambios comerciales en los que las sociedades se acercan entre si generando un mercado dinámico de productos que tratan de suplir las respectivas necesidades de una sociedad determinada y es así como van interiorizando o asimilando las practicas y hábitos de vida de los individuos de otra sociedad.
Un claro ejemplo de estos intercambios económicos que generan un acercamiento multicultural es el tratado de libre comercio( T L C) que pretende fomentar unos vínculos económicos que por ende traen consigo una masificacion de costumbres que hace que los lazos culturales tiendan a asociarse, replatiarse etc, y lo que antes nos era común a unos ahora es conocido por todos, pero así como se produce un acercamiento los ámbitos de estudio se amplían y se forman nuevos estudios cada vez mas complejos que nos muestran que la cultura es cambiante y que ninguna sociedad permanece igual por siempre sino que se transforma continuamente y va generando nuevos paradigmas.

Unknown dijo...

La proliferación de pequeños debates amplificados por Internet puede dar la apariencia de dinamismo en los estudios culturales, Unas cuantas investigaciones han contribuido a pensar de otro modo los vínculos con la cultura y la sociedad de los textos literarios, el folclor, las imágenes artísticas y los procesos comunicacionales.
El Tratado de Libre Comercio no sólo liberalizan el comercio, sino que conceden aunque sea un pequeño lugar a cuestiones culturales, se acompañan con un incremento del intercambio sociocultural multinacional y favorecen actividades que antes no existían o eran débiles.
La compatibilidad en los estilos culturales de desarrollo es considerada un ingrediente básico para realizar cualquier integración multinacional y para que se desenvuelva con éxito. Las maneras diversas en que los miembros de cada etnia, clase y nación se apropian de los repertorios heterogéneos de bienes y mensajes disponibles en los circuitos transnacionales genera nuevas formas de segmentación, pensar los vínculos entre cultura, sociedad y saber, no sólo en relación con las diferencias sino con la desigualdad, requiere ocuparse de la totalidad social.
Esta diferencia en los modos de concebir la multiculturalidad depende de los lugares de enunciación o los puestos de observación de los investigadores. En el pensamiento norteamericano se hallan constantes cuestionamientos a las concepciones universalistas que han contrabandeado, bajo apariencias de objetividad, las perspectivas coloniales, occidentales, masculinas, blancas y de otros sectores.
En la medida en que el especialista en estudios culturales quiere realizar un trabajo científico consistente, su objetivo final no es representar la voz de los silenciados sino entender y nombrar los lugares donde sus demandas o su vida cotidiana entran en conflicto con los otros.